El 28 de junio de 1966, tuvo lugar en la Argentina un nuevo golpe de Estado, cuyo propósito fue derrocar al gobierno constitucional del Presidente Arturo Illia. El pronunciamiento militar contó con el apoyo de los grupos económicos vinculados a los intereses extranjeros, y con la manifiesta complicidad de los sectores más retrógrados de nuestro país.
El Presidente Arturo Illía nació en al ciudad de Pergamino, y fue toda su vida un ejemplo de austeridad y compromiso con las causas que tenían por objeto solucionar los problemas de los más débiles y del país. Una vez que finalizó sus estudios universitarios, recibiéndose de médico, se trasladó a trabajar a la ciudad de Cruz del Eje, como medico de los obreros ferroviarios, al haber sido designado por el entonces Presidente Hipólito Yrigoyen para desarrollar dicha labor.
Será en el año 1935, cuando Amadeo Sabatini ocupaba la gobernación de la Provincia de Córdoba, cuando el Dr. Arturo Illía ocupó el cargo de Senador Provincial, desde donde trabajó duramente, para lograr la aprobación de las leyes, cuyo fin era mejorar la situación del agro, entre ellas, las que posibilitaron comenzar un proceso de "Reforma Agraria".
Arturo Illía, también desempeño en representación de la Unión Cívica Radical diversos cargos electivos y partidarios, tanto en su provincia adoptiva (Córdoba), como a nivel nacional. Pero sin temor a equivocarme serán los ciudadanos comunes quienes se encargarán de hacer justicia, al historiar sobre - Don Arturo Illía- y seguramente estos deberán concluir, en que si bien es cierto, que a Illia le tocó gobernar en un momento muy difícil para el país, no dudó un momento de poner lo mejor de sí para superar los problemas, consustanciado de su formación austera, su probada honradez y su espíritu progresista.
Como una forma de realizar una especie de balance de su gestión de gobierno podemos destacar las siguientes acciones: la Ley de Medicamentos, la Anulación de los Contratos Petroleros, la Anulación de los Gastos Reservados, la Defensa de la Soberanía de Malvinas, la Garantía de las libertades Públicas, la Austeridad Republicana, la vigencia del Derecho de Huelga, el Salario Mínimo Vital y Móvil, la Política Exterior Soberana y la Solidaridad con los pueblos más frágiles del mundo, como así también, haber logrado implementar el mayor presupuesto (25 %) de toda nuestra historia constitucional para atender la Educación.
Los argentinos debemos tener memoria histórica. En este sentido, deberíamos tener en claro que en cada golpe de Estado que se llevó a cabo en nuestro país desde el año 1930 en adelante, los intereses que están detrás de estas violaciones constitucionales son los mismos, como así también, los argumentos que se esgrimen los golpistas para consumar su cometido.
El golpe del 28 de junio de 1966 fue una realidad, y su consecuencia constituyó un nuevo retroceso para nuestro país, ya que vulneró la soberanía popular, se abrió la economía en favor de los capitales extranjeros y se desarticulo el sistema universitario, provocando la salida del país de una gran parte de la intelectualidad argentina. De nada servirá recordar a Arturo Illia, sino aprendemos la lección de integridad cívica que nos ha legado, como político, como demócrata y como persona, al haber consagrado su vida al servicio de la salud de sus pacientes, de su Patria Argentina y de su partido, la Unión Cívica Radical.
Agradecemos al Prof. César Arrondo (del Foro de Historiadores de la UCR) por sus permanentes aportes para con la Historia del Radicalismo.
Comité. Secc. Primera UCR en La Plata
El Presidente Arturo Illía nació en al ciudad de Pergamino, y fue toda su vida un ejemplo de austeridad y compromiso con las causas que tenían por objeto solucionar los problemas de los más débiles y del país. Una vez que finalizó sus estudios universitarios, recibiéndose de médico, se trasladó a trabajar a la ciudad de Cruz del Eje, como medico de los obreros ferroviarios, al haber sido designado por el entonces Presidente Hipólito Yrigoyen para desarrollar dicha labor.
Será en el año 1935, cuando Amadeo Sabatini ocupaba la gobernación de la Provincia de Córdoba, cuando el Dr. Arturo Illía ocupó el cargo de Senador Provincial, desde donde trabajó duramente, para lograr la aprobación de las leyes, cuyo fin era mejorar la situación del agro, entre ellas, las que posibilitaron comenzar un proceso de "Reforma Agraria".
Arturo Illía, también desempeño en representación de la Unión Cívica Radical diversos cargos electivos y partidarios, tanto en su provincia adoptiva (Córdoba), como a nivel nacional. Pero sin temor a equivocarme serán los ciudadanos comunes quienes se encargarán de hacer justicia, al historiar sobre - Don Arturo Illía- y seguramente estos deberán concluir, en que si bien es cierto, que a Illia le tocó gobernar en un momento muy difícil para el país, no dudó un momento de poner lo mejor de sí para superar los problemas, consustanciado de su formación austera, su probada honradez y su espíritu progresista.
Como una forma de realizar una especie de balance de su gestión de gobierno podemos destacar las siguientes acciones: la Ley de Medicamentos, la Anulación de los Contratos Petroleros, la Anulación de los Gastos Reservados, la Defensa de la Soberanía de Malvinas, la Garantía de las libertades Públicas, la Austeridad Republicana, la vigencia del Derecho de Huelga, el Salario Mínimo Vital y Móvil, la Política Exterior Soberana y la Solidaridad con los pueblos más frágiles del mundo, como así también, haber logrado implementar el mayor presupuesto (25 %) de toda nuestra historia constitucional para atender la Educación.
Los argentinos debemos tener memoria histórica. En este sentido, deberíamos tener en claro que en cada golpe de Estado que se llevó a cabo en nuestro país desde el año 1930 en adelante, los intereses que están detrás de estas violaciones constitucionales son los mismos, como así también, los argumentos que se esgrimen los golpistas para consumar su cometido.
El golpe del 28 de junio de 1966 fue una realidad, y su consecuencia constituyó un nuevo retroceso para nuestro país, ya que vulneró la soberanía popular, se abrió la economía en favor de los capitales extranjeros y se desarticulo el sistema universitario, provocando la salida del país de una gran parte de la intelectualidad argentina. De nada servirá recordar a Arturo Illia, sino aprendemos la lección de integridad cívica que nos ha legado, como político, como demócrata y como persona, al haber consagrado su vida al servicio de la salud de sus pacientes, de su Patria Argentina y de su partido, la Unión Cívica Radical.
Agradecemos al Prof. César Arrondo (del Foro de Historiadores de la UCR) por sus permanentes aportes para con la Historia del Radicalismo.
Comité. Secc. Primera UCR en La Plata