En el año 1852, Marcelina Alem
(hija de Antonio Alem), dará a luz un hijo varón, HIPOLITO YRIGOYEN. Su padre
fue un vasco de Iparralde (Martín Yrigoyen Bordagaray), de profesión trabajador
rural.
Al niño lo bautizarán en la iglesia Nuestra Señora de la Piedad,
con el nombre de: "Juan Hipólito del Sagrado Corazón de Jesús. En el año
1.862, los padres envían a Roque e Hipólito al Colegio San José, de los padres
bayoneses (vascos). Cuentan las crónicas, que Hipólito es un niño muy uranio y
retraído, no juegan con los otros niños. Al año siguiente Hipólito ingresa al
colegio "América del Sur". Leandro allí es profesor de filosofía.
Hipólito finaliza en ese establecimiento sus estudios secundarios. Más adelante
estudiará la carrera de abogacía.
Hipólito anda siempre solo con
libros bajo el brazo, no tiene amigos, no callejea, no se ríe. Será en el año
1.865, cuando tiene lugar la guerra con el Paraguay. En este sentido, Leandro Alem
va a pelear e Hipólito comienza a trabajar en un comercio como dependiente. Hacia
el año 1.870, Domingo Faustino Sarmiento,
nombra a Hipólito Yrigoyen escribiente
de la Contaduría General de Importación. Dos años más tarde, por influencia de Leandro Alem, Hipólito Yrigoyen
con 20 años de edad, es nombrado Comisario de Policía en Balvanera. Su forma
de actuar es austera. En el año 1.880, Hipólito
Yrigoyen es nombrado profesor en la Escuela Normal, donde imparte las materias
de filosofía y educación cívica.
Será con la obtención de un
préstamo del Banco Provincia, que Hipólito Yrigoyen compra dos campos: Santa
María y Santa Isabel, en la ciudad de 9
de julio. En el año 1.888 compra la estancia
"El Trébol" en Las Flores. En este sentido, entre los 1.880 y 1.890
se produce lo que la historia reconoce como "El Retiro de Hipólito
Yrigoyen". En ese tiempo, y a partir de una diversidad de las lecturas y
autores, Yrigoyen tomará contacto con el Krausismo.
Como un merecido homenaje al líder del radicalismo, recordaremos su participación en
las revoluciones radicales, cuyo fin era cambiar el rumbo político viciado de
fraude, como así también, poner fin a la exclusión de la participación política
de las mayorías. Entre las revoluciones podemos destacar la que tuvo lugar el
día 26 de julio de 1.890, “La Revolución del Parque”. Nuevas revoluciones se
producen en el país para poner fin al régimen fraudulento, como por ejemplo, la
que tuvo lugar en el año 1.893, en la
Provincia de Buenos Aires. Hipólito Yrigoyen redactará el plan revolucionario, con
el fin de desarrollar el levantamiento en unos 90 partidos en la Provincia de
Buenos Aires.
Destacaremos algunas acciones
revolucionarias: 1) envía a los jóvenes a Temperley para tomarla comisaría y la estación, de allí presiona a Buenos
Aires. 2) Yrigoyen parte de la estancia "El Trigo" en Las Flores, en
tren viaja a Azul, luego a Olavarría, y de allí a Temperley, donde la gente se
agolpa en la estación del ferrocarril y se suma al levantamiento. En este
sentido, hay unos 8.000 hombres que adhieren a la revolución voluntariamente,
todo el movimiento se realiza sin disparar un solo tiro. Hipólito Yrigoyen
presiona a las autoridades de la ciudad de La Plata y forma gobierno en Lomas
de Zamora, el 6/8/1.893. Hay unos 10.000
voluntarios en Temperley esperando entrar en acción. La ciudad de La Plata se
prepara para recibir a Hipólito Yrigoyen, que ingresa a la ciudad con el
Ejército, al mando de Martín Yrigoyen. En
Buenos Aires los jefes del ejército exigen la renuncia del Ministro Nacional
Aristóbulo del Valle y Pellegrini ordena la intervención de la Provincia de
Buenos Aires. Del Valle quiere garantizar elecciones libres, y lo hacen
renunciar al cargo. Ante la situación planteada, Hipólito Yrigoyen no quiere
derramamiento de sangre y se retira. Finalizado el levantamiento, Yrigoyen vende
su estancia "El Trigo", para pagar los gastos de la revolución y
socorrer a los desprotegidos. En el año 1.905, tiene lugar la última Revolución
Radical. Hipólito Yrigoyen será nuevamente su estratega, en el convencimiento
que se debe fraguar un nuevo país, que garantice los derechos políticos para
todos los ciudadanos, como le gustaba afirmar convencido de su lucha a Don
Hipólito Yrigoyen: UN HOMBRE, UN VOTO.
Prof. César Arrondo
Director de la Cátedra Libre
Hipólito Yrigoyen (UNLP)
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